UN Watch Board Member Anthony Meyer, right, chaired the organization's first-ever Gala Dinner in New York City. Headquartered in Geneva since 1993, UN Watch intends to grow its presence in New York.

"Un evento espectacular": Reacciones de la Cena Inaugural de UN Watch en Nueva York

Anthony Meyer (derecha), miembro de la comisión directiva de UN Watch, encabezó la primera cena de gala en Nueva York. Con sede en Ginebra desde 1993, UN Watch planea aumentar su presencia en Nueva York.

Cientos de personas se reunieron en el Hotel Plaza el 5 de diciembre para lo que los invitados describieron como «una noche alucinante e impresionante» con «oradores e invitados de honor fabulosos», para celebrar los logros de UN Watch en su Cena Inaugural en Nueva York.

Ante una audiencia de eminencias que incluyó a diplomáticos, escritores y líderes comunitarios, la ONG presentó su premio Eleanor Roosevelt 2019 que fue entregado a la Embajadora Nikki Haley, la ex representante de Estados Unidos ante la ONU, que dio el discurso principal.
El Prof. Irwin Cotler, miembro de la comisión directiva de UN Watch y ex Ministro de Justicia y Fiscal General de Canadá, rindió homenaje al Embajador Alfred H. Moses en ocasión de su 18º aniversario como presidente de UN Watch.
Presidida por Anthony Meyer, miembro de la comisión directiva de UN Watch, la cena también contó con las palabras del Embajador Diego Arria, ex representante de Venezuela ante la ONU y ex Presidente del Consejo de Seguridad, ahora un miembro del Comité Consultivo Internacional de UN Watch, así como del director ejecutivo de la organización, Hillel Neuer.
La proyección de videos dramáticos mostrando los últimos logros de UN Watch recibieron críticas impreisonantes de la audiencia compuesta por más de 300 invitados que incluían a amigos y colaboradores de UN Watch que viajaron desde Miami, Montreal y Sidney, Australia; para mostrar su solidaridad con la organización.
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Homenaje a Alfred Moses en su 18º aniversario como presidente de UN Watch
«Esta noche, en ocasión de sus 18 años de servicio devoto como presidente de UN Watch, expresamos nuestra profunda gratitud a Alfred Moses –  un diplomático distinguido, un servidor público ejemplar, consejero para presidente y abogado de abogados – por su liderazgo inspirador, su generosidad, su sabiduría y sus increíbles logros,» dijo el Prof. Cotler.
«Alfred ha traído una enorme expertise a su puesto como presidente de UN Watch, que ha encontrado una expresión continua en sus encuentros con líderes de gobiernos, ministros de relaciones exteriores, funcionarios de la ONU, sociedad civil, entre otros.» Vea el video aquí.
«Debemos seguir derrotando al Goliat bíblico porque es una batalla sin fin,»respondió el Embajador Moses. «Los derechos humanos nunca deben ser dados por sentado».
«Irwin citó de Hilel, «Si no es ahora, ¿cuándo?», un buen aforismo. Pero Hilel también dijo, «Si yo no estoy para mi, ¿quién lo está?, y si estoy solo para mí, ¿qué soy?»
«Esto capura de alguna forma toda la ética judía: el particularismo, la defensa de nosotros mismos como pueblo judío, el derecho a ser diferentes, a profesar nuestra fe y nuestra cultura, a recordar y celebrar nuestra historia. Pero también, de reconocer que vivimos en un mundo del que somos una parte muy pequeña. Somos 15 millones dentro de más de 6 mil millones. La mayoría no sabe que somos un número muy pequeño, muy pocos. Pero hacemos la diferencia. Y si hacemos la diferencia, es porque defendemos lo que es justo y correcto. Y eso lo es todo.»
«El pueblo judío no fue fundado como una noción abstracta. Todo el origen de nuestra nacionalidad, que comenzó con el patriarca Abraham, fue que él fue bendecido porque según las palabras de la Torá, su familia, sus hijos haría lo que es justo y correcto. No hay otra razón para nuestro ser que hacer lo que es justo y correcto. Gracias a todos.»
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Nikki Haley recibe el Premio Eleanor Roosevelt de UN Watch
Me honra recibir este premio esta noche. Hillel y UN Watch fueron una fuente irreemplazable de hechos y de claridad moral cuando estaba en las Naciones Unidas. Hillel es alguien a quien quieres en la trinchera a tu lado en la ONU. Él pelea por esta buena causa todos los días.
Estoy agradecida por saber que él y sus colegas encontraron en mi una voz confiable por los derechos humanos como yo los encontré a ellos. Y sé que nuestro trabajo continuará. Seguiré apoyándote, Hillel.
No hay otra razón más básica que porqué me alegra ser honrada por UN Watch esta noche. De entre las muchas, muchas organizaciones dedicadas al monitoreo de las Naciones Unidas, UN Watch está virtualmente sola en su dedicación hacia lo que parece una idea revolucionaria en la ONU. Ellos juzgan a las Naciones Unidos según, cito, «el estándar de su propia Carta».
«El estándar de su propia Carta». Estas palabras son las que hacen que las personas empiecen a sudar frío en Turtle Bay.
Los Estados Unidos son un miembro de las Naciones Unidas porque creemos en su propósito –  la promoción y la protección de la paz, la seguridad y los derechos humanos. Creemos en hacer que la ONU rinda cuentas según sus principios fundacionales. Pero uno no necesita pasar demasiado tiempo en la ONU para ver que lo que provoca que esta no cumpla con sus principios no son solo unas pocas personas o acciones aisladas.
Hay una cultura en las Naciones Unidas que provoca que, una y otra vez, estas no logren cumplir con su Carta. Es una cultura de hipocresía, privilegios y falta de transparencia.
Es también una cultura de bullying.
Yo sé algunas cosas sobre bullying.
Cuando era pequeña, éramos la única familia india en un pequeño pueblo en Carolina del Sur. No éramos ni lo suficientemente blancos para ser blancos, ni lo suficientemente negros para ser negros.
Mis padres fueron inmigrantes. Mi padre usaba un turbante. Todavía lo usa. Mi madre usaba un sari.
La gente en nuestro pueblo no sabía quiénes éramos, qué éramos, o porqué estábamos ahí.
Hubo veces en las que sufrí bullying cuando era pequeña.
Así que lo conozco cuando lo veo. Y no me voy a olvidar jamás de la primera vez en la que vi esta cultura personalmente en las Naciones Unidas.
Cada mes en el Consejo de Seguridad, hay una sesión dedicada al Medio Oriente. Llegué a referirme a ella como la sesión para criticar a Israel. Esto ha sido así por décadas.
Me quedé en shock con lo que vi.
Salí de esa primera sesión y dije públicamente, si queremos hablar sobre seguridad en Medio Oriente, deberíamos hablar sobre Irán, o sobre Siria, o Hezbollah, o Hamas, o ISIS, la hambruna en Yemen. Hay alrededor de 10 grandes problemas que enfrenta el Medio Oriente, e Israel no tiene nada que ver con ninguno de ellos.
Casi todos los meses después de eso, hablé de otra cosa que no era Israel. No puedo decir que eso resolvió el problema, pero puedo decir que varios países siguieron nuestro ejemplo. Lo que solía ser una sesión para criticar a Israel, ahora por lo menos, tenía un poco mas de equilibrio.

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