Ginebra, 11 de septiembre de 2017
Soy Julieta López, tía de Leopoldo López.
Desde el año 2014 he venido aquí a denunciar, repetidas veces, las torturas y abusos cometidos contra Leopoldo y la absoluta ausencia de respeto al ser humano y a sus derechos, que impera en Venezuela.
No voy a repetir lo dicho hasta el cansancio, sino a actualizar los abusos que se siguieron cometiendo en su contra.
El primer abuso es el haber estado en prisión y que aún esté en prisión a domicilio, pero eso ya está trillado, de tanto que se ha denunciado.
Hablemos por ejemplo, que en los últimos meses en prisión Leopoldo estaba privado de luz para que no pudiera leer y eso le causó daños en su visión. Digamos que lo mantuvieron 3 días en una habitación sin ventilación, sin ventanas, y sin alimento, sumido en la oscuridad, encerrado sin noción del tiempo y sin saber si permanecería allí para siempre…. Torturas dignas de los nazis o de cualquier novela de caballería. Pero no se equivoquen hablamos de Venezuela, “ahora”.
Bueno, esto es un bocadillo del culebrón, pero no estoy aquí para extenderme en eso.
Leopoldo es, metafóricamente, como una flor que forma parte de un prado de flores. Todas las flores del prado somos los venezolanos y Leopoldo una de ellas. Porque todos los venezolanos vivimos en ese prado en situación de prisioneros. Leopoldo, todos los presos políticos, los estudiantes guerreros y las víctimas del régimen son las flores mas sufridas y marchitas.
Sin embargo hay flores desaparecidas por la brutalidad y el exceso de poder del régimen. Son las flores caídas. Esas ya no tienen voz. El régimen se encargó de truncar sus voces, sus vidas.
El prado de flores de Venezuela tiene orificios de muerte y abuso. Venezuela es una prisión y vive en situación de secuestro. Tan es así esta situación de secuestro, que la tiranía que en estos momentos ocupa nuestra patria, se atribuye el derecho de anular o invalidar documentos de identidad, violando el derecho de identidad y movilización libre de los venezolanos, “un secuestro”.
Y yo aquí vivo en parcial secuestro en mi corazón, porque nací allí, tengo a mi gente allí… porque Venezuela es mi corazón.
Las estrellas de esperanza de nuestro pueblo se han oscurecido. Ya las voces del clamor, de la rebelión, de la lucha no se escuchan.
Estamos viviendo un silencio que pesa, que nos tiene muertos en el alma. Y entonces yo me pregunto: ¿y las leyes?, ¿y el mundo que hace?, ¿y las instituciones?.
Venezuela se ha convertido, bajo este yugo, en una obra oscura de la literatura nihilista más pesimista que se pueda leer. No voy a repetir lo que todos saben: Abuso… abuso y más abuso.
https://www.facebook.com/unwatch/videos/10154759904836561/
No existen los derechos fundamentales para obtener medicinas, ni hospitales adecuados. No existe el derecho fundamental de poder adquirir comida. No existe el derecho fundamental de caminar libremente en la calle por temor a ser asesinado, secuestrado o en el mejor de los casos, aporreado.
No existe el derecho a expresar una opinión política diferente sin ser perseguido, amenazado o encarcelado. No existe el derecho a manifestar sin ser reprimido de manera excesiva, cruel, inhumana e indigna. ¿Y la ausencia de todos esos derechos, no es la prueba de que vivimos en dictadura?
Creo que dictadura es aún un término casi demasiado suave. Venezuela está bajo el dominio de bandas criminales organizadas.
No soy activista política y tampoco estoy aquí para denunciar lo que otros han hecho con profesionalismo. Mi denuncia viene de un corazón roto. Vengo en nombre de Venezuela, a decir lo que ya se ha dicho, a volver a repetir eternamente que este gobierno no se puede llamar tal…. que la corrupción no tiene límites, que estamos enraizados en una mentira, que muchos países extranjeros tienen ocupada a Venezuela. Y que aquí en la ONU algunos representantes de países, que son tan corruptos como los que hoy tiene Venezuela, obstaculizan las vías para que Venezuela sea libre.
¿Hasta cuándo continuarán creyendo a esos representantes usurpadores de la voz de Venezuela, que se hacen llamar gobierno? Espero que algún día se escuchen los clamores de toda una nación asfixiada por una cúpula corrupta.
Si pudiera crear nuevas palabras lo haría, porque ya ni las palabras se escuchan o caen en un vacío de desesperanza. Venezuela no sale de este secuestro sino es con ayuda extranjera, porque simplemente ya no somos Venezuela estamos en manos extranjeras, intervenidos hasta en los huesos de nuestra tierra.
Los representantes de los países aquí en la ONU no deberían ser los gobiernos, sino los ciudadanos. Esta organización debería hacer honor a su razón de ser: “Organización de Naciones Unidas” y no “Organización de Gobiernos Unidos”
Lastimosamente, con un sistema donde prevalece la voz del gobierno antes que la voz de los ciudadanos, los pueblos fácilmente se pueden ver oprimidos y secuestrados por sus gobiernos y otros gobiernos extranjeros en complicidad, como lo es nuestro caso.
Humildemente pido que pongan atención a Venezuela, a los venezolanos y no escuchen a sus gobernantes, que no pueden expresar sino mentiras porque SON LA PROPIA MENTIRA.
Somos un país en agonía, esperamos de los países ayuda, solidaridad y escucha…. antes de que sea demasiado tarde y el daño excesivamente abrumador.
Países del mundo pongan sus ojos en Venezuela, víctima de un grupo organizado ayudado por otros países igualmente devastadores para la humanidad.
Todos somos Venezuela, todos los gobiernos que no quieren implicarse recibirán una cuota de horror, porque la humanidad es una, el mundo en teoría es un grupo de naciones unidas por lazos de Vida, por leyes de Vida.
Recordemos estas palabras escritas por nuestro Libertador, en su lecho de muerte, a su prima Fanny: «Y tu estás conmigo, porque todos me abandonan; tu estás conmigo en los postreros latidos de vida, en las últimas fulguraciones de la conciencia» Y lo aplico a Venezuela, países del mundo no nos abandonen en estos momentos oscuros… estén con nosotros para que esta oscuridad que corroe el corazón de nuestra tierra, no se convierta en «los postreros latidos de vida» de nuestra patria dolorida.
Gracias por darme la palabra en nombre de Venezuela.
