MITO: "El Consejo de Seguridad es Pro-Israel"

Libia presidio el Consejo de Seguridad en Marzo de 2009

MITO: «El Consejo de Seguridad es Pro-Israel»
Un argumento común es el que dice que el Consejo de Seguridad es una fortaleza pro-Israel dentro de la ONU. Peor aún, se suele afirmar como un hecho que las voces críticas de Israel dentro del Consejo de Seguro se ven obstaculizadas por el veto de EE.UU. El profesor de derecho, William Schabas ha escrito que «Israel la ha tenido relativamente fácil en la ONU, en gran porte por es protegido por «quien ya saben» en el Consejo de Seguridad. Por la frustración, algunos gobiernos hacen campaña sobre el tema en la Asamblea General y en el Consejo de Derechos Humanos». [1]
El ex Relator Especial de la ONU sobre Palestina, el profesor internacional de derecho, Richard Falk ha preguntado «¿por qué una abrumadora mayoría de los Estados miembros son tenidos como rehenes de los intereses geopolíticos de Washington… que trata de protegerse a si mismo y a su aliado de una decisión del Consejo de Seguridad que tiene un enorme apoyo? Por supuesto que el veto de los americanos de es un impulso idiosincrásico, sino que es una expresión de la lamentable realidad pro-Israel.» [2]
En su famoso libro de 2007 llamado The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy, John Mearsheimer y Stephen Walt afirman que «Estados Unidos provee a Israel de un constante apoyo diplomático. Entre 1972 y 2006, Washington ha vetado 42 resoluciones del Consejo de Seguridad que eran críticas contra Israel» [3]
REALIDAD: La presentación tiene muchas fallas. En contra de los preconceptos populares, el Consejo de Seguridad no es pro-Israel: ni en la resoluciones que se aprueban, ni en las declaraciones que emite, ni tampoco en la cantidad de atención que le dedica a Israel. Un análisis del Consejo de Seguridad y su historial demuestra esto. 
El Consejo de Seguridad expresa su prosición sobre eventos internacionales a través de la aprobación de resoluciones y de la publicación de Declaraciones Presidenciales. Las resoluciones son aprobadas con el voto afirmativo de 9 de los 15 miembros, siempre que ninguno de los cinco miembros permanentes vote en contra, lo que resulta en un veto. Las resoluciones del Consejo de Seguridad son legalmente vinculantes y consideradas la herramienta más poderosa para la articulación de las visiones de la comunidad internacional. Las declaraciones presidenciales, firmadas y publicadas por el Presidente del Consejo de Seguridad en nombre de todo el Consejo, no son legalmente vinculantes. Si bien se necesita consenso entre los miembros del Consejo de Seguridad para presentar una declaración presidencial, los miembros pueden abstenerse. Por la naturaleza consensuada y no vinculante de estas declaraciones, suelen ser el método preferido por el Consejo de Seguridad para presentar su opinión.
A lo largo de los años, tanto resoluciones como declaraciones presidenciales han sido directamente dirigidas contra Israel por el Consejo de Seguridad. Hay numerosos ejemplos durante la última década. En junio de 2010, una declaración presidencial sobre el incidente de la Flotilla que se dirigía a Gaza fue publicada, y condenada «los actos que resultaron en la muerte de al menos 10 civiles y en muchos heridos» y pedía «una investigación rápida, imparcial, creíble y transparente». [4]
En 2007, dos declaraciones presidenciales estaban dirigidas contra las acciones israelíes en el Líbano, ambas expresaban en nombre del Consejo una «profunda preocupación por las continuas violaciones de Israel del espacio aéreo libanés» [5] y apoyaban «la solicitud del Secretario General a Israel para que provea a las Naciones Unidas información detallada sobre el uso de munición de racimo en el sur del Líbano». [6] En 2006, no menos de tres declaraciones presidenciales sobre Israel fueron emitidas, una en diciembre que presentaba el mismo tono que las de 2007 [7] y dos en las que el Consejo expresaba «un shock extremo y preocupación» ante las acciones israelíes. La primera fue emitida el 27 de julio y se trataba del «ataque de parte de las Fuerzas de Defensa de Israel contra un puesto de observadores militares de las Naciones Unidas en el sur del Líbano el 25 de julio de 2006, que resultó en la muerte de cuatro observadores de la ONU» [8]. La segunda declaración fue publicada el 30 de julio, y se trataba del «bombardeo por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel sobre un edificio residencial en Qana, en el sur del Líbano, que provocó la muerte de docenas de civiles, en su mayoría niños, y en heridas en muchos otros». [9]
Finalmente, en 2002 otras dos declaraciones presidenciales se trataban sobre Israel. En julio, una declaración afirmaba que «Israel debería frenar toda actividad en nuevos asentamientos» [10] y el 10 de abril el Consejo pidió «a Israel a que detenga inmediatamente sus operaciones militares. Pedimos un alto al fuego inmediato y significativo y una retirada inmediata de los israelíes de las ciudades palestinas, incluyendo Ramala, e incluyendo específicamente de la sede del Presidente Arafat. Pedimos a Israel que cumpla con los principios humanitarios internacionales y que permita el acceso irrestricto a las organizaciones y servicios humanitarios. Pedimos a Israel que evite el uso excesivo de la fuerza y que implemente todos los esfuerzos posibles para asegurar la protección de civiles». [11]. No ha habido escasez de declaraciones presidenciales críticas de Israel, y su fuerte condena contra ciertas acciones israelíes contradice las acusaciones de sesgo pro-Israel.
El Consejo de Seguridad aprueba resoluciones con menos frecuencia, pero a lo largo de los años Israel ha sido el objetivo de varias. El 24 de septiembre de 2002, la resolución 1435 del Consejo exigía «que Israel detenga inmediatamente las medidas en Ramala y alrededores que incluyen la destrucción de la infraestructura civil y de seguridad palestina» así como «la pronta retirada de las fuerzas de ocupación israelíes en ciudades palestinas» [12]
El lenguaje y las exigencias de esta resolución son particularmente onerosas con respecto a Israel, demostrando poca empatía hacia las necesidades de seguridad israelíes y denominando a las Fuerzas de Defensa de Israel «fuerzas de ocupación». Si bien se podría decir que la resolución 1435 contradice cualquier tipo de sesgo, podría ser acusada antes de ser anti-Israel que pro-Israel. La resolución 1322, aprobada el 7 de octubre del 2000, es similarmente tendenciosa en su caracterización del estallido de la Segunda Intifada y en señalar únicamente a Israel en su condena. En referencia a la visita de Ariel Sharon al Monte del Templo en Jerusalén, la resolución 1322 deplora «la provocación llevada a cabo en Al-Haram Al-Sharif en Jerusalén el 28 de septiembre del 2000, y la violencia subsecuente allí y en otros sitios sagrados, así como en áreas a lo largo de los territorios ocupados, especialmente el uso excesivo de la fuerza contra palestinos, que resultó en heridas y en la pérdida de vidas humanas». [13] En esta versión de los eventos, Israel es visto como el agresor y como el responsable de la violencia; de nuevo, no hay forma de que la resolución 1322 sea interpretada como evidencia de un sesgo pro-Israel en el Consejo de Seguridad.
Las resoluciones del Consejo de Seguridad que sugieren un sesgo anti-Israel tienen una larga historia. En 1981, la resolución 487 condenaba fuertemente el ataque israelí contra el reactor nuclear Osirak en Irak, afirmando que la destrucción del reactor fue «una clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y de las normas internacionales de conducta». [14] Uno se pregunta si la liberación de Kuwait hubiese sido posible si Saddam Hussein hubiera adquirido armas nucleares. La intervención de Israel en el Líbano en 1982 resultó en una avalancha de resoluciones duras del Consejo de Seguridad, incluyendo la 501, que pedía que «Israle cesara inmediatamente sus acciones militares contra la integridad territorial del Líbano y que retire a sus fuerzas de todo el territorio libanés.»[15]
En ninguna de estas resoluciones hay mención alguna, ni que hablar de condenas, contra los ataques terroristas asesinos que originaron en el sur del Líbano y que llevaron a Israel a tomar acciones en primer lugar. La resolución 570 en 1985 condena vigorosamente el bombardeo de Israel de las oficinas de la OLP en Túnez, [16] mientras que la resolución 611 en 1988 condenada el asesinato por parte de Israel del militante de la OLP y organizador de ataques terroristas, Khalil al-Wazir en Túnez. [17] ¿Por qué el Consejo de Seguridad no ha aprobado resoluciones que condenan el asesinato de otros líderes terroristas, como Osama Bin Laden por parte de fuerzas especiales de EE.UU. en Pakistán o el de Zelimkhan Yandarbiyev por parte de agentes rusos en Qatar?
Más evidencia de la ausencia de un sesgo pro-Israel en el Consejo de Seguridad puede ser encontrada en la naturaleza de algunos de los eventos relacionados a Israel que llevaron a resoluciones del Consejo de Seguridad. En diciembre de 1986, la resolución 592 condenó el ataque contra dos estudiantes en la Universidad Bir Zeit, deplorando fuertemente «los disparios del ejército israelí que resultaron en la muerte y heridas de estudiantes indefensos». [18] La resolución 592 no provee ningún contexto sobre los eventos en cuestión, ni tampoco presta ninguna atención a los argumentos israelíes con respecto a las circunstancias en el que sucedió el tiroteo. Más extraño aún, sin embargo, es el hecho de que la resolución 592 haya sido aprobada. Cada año, en países de todo el mundo, ocurren incidentes violentos que resultan en la muerte de civiles. Dichos incidentes, por más trágicos que sean, no resultan normalmente en resoluciones de la ONU, y definitivamente no en resoluciones del Consejo de Seguridad. Aún así, cuando se trata de Israel, incluso el más pequeño incidente puede hacerse paso hacia el sistema de la ONU, circulando como un eco de condenas contra Israel hasta que incluso el Consejo de Seguridad se expresa sobre el asunto. En diciembre de 1987, la resolución 605 deploraba fuertemente «aquellas políticas y prácticas de Israel, la potencia ocupadora, que violan los derechos humanos del pueblo palestino en los territorios ocupados, y en particular los ataques con armas de fuego del ejército israelí, que resultaron en la muerte y en heridas de civiles palestinos indefensos.» [19]
No se han aprobado nunca resoluciones comparables sobre la violencia en el Tíbet, en Chechenia, en Sri Lanka ni en otros innumerables lugares en donde muchas personas han sido víctimas de conflictos como las que que han aprobado sobre Israel y los territorios palestinos. Después de incidentes violentos en el Monte del Templo, la resolución 672 de 1990 condenaba «especialmente los actos de violencia cometidos por las fuerzas de seguridad israelíes que resultaron en heridos y en la pérdida de vidas humanas». [20] La resolución 672 es otro ejemplo en el cual Israel es señalado en particular y en donde se le preta poca atención al contexto de las circunstancias en las cuales opera Israel; es otro ejemplo de una resolución del Consejo de Seguridad crítica de Israel que se aprobó aún cuando eventos similares en otro lugar pocas veces amerita siquiera una declaración presidencial. La resoluciones del Consejo de Seguridad que han sido aprobadas sobre Israel demuestran claramente que el Consejo es inocente de cualquier acusación sobre que favorece a Israel.
No se trata solo de que el Consejo de Seguridad no favorece a Israel. Hay un fuerte caso que se podría presentar para argumentar que el Consejo de Seguridad es parcial hacia la causa palestina. Por más de una década, el Consejo de Seguridad ha apoyado de forma explícita al Estado palestino. en mayo de 2009, una declaración presidencial reafirmada el llamado del Consejo para una «paz en Medio Oriente justa, integral, y duradera basada en la visión de una región donde dos Estados democráticos, Israel y Palestina, vivan lado a lado en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas». [21] Esta visión no es para nada controversial, pero la preocupación por el bienestar palestino sí lo es. El Consejo de Seguridad, una y otra vez llama a la Comunidad Internacional a que provea asistencia a los palestinos, aún cuando hay crisis humanitarias urgentes en el mundo que no reciben un nivel de atención comparable. En 2009, el Consejo de Seguridad pidió «asistencia para ayudar a desarrollar la economía palestina, para maximizar los recursos disponibles para la Autoridad Palestina y para construir instituciones palestinas». [22]
En 2006, el Consejo de Seguridad pidió por «la provisión de asistencia de emergencia para el pueblo palestino a través del Mecanismo Temporal Internacional, de organizaciones internacionales y de otros canales oficiales.» [23]. En 2005, el Consejo reafirmó «la importancia de una pronta y mejorada asistencia para el pueblo palestino y para la Autoridad Palestina». [24] En 2002, el Consejo de Seguridad pidió «a la comunidad internacional, en particular a los Estados árabes, que preserven, fortalezcan y asistan a la Autoridad Palestina, incluyendo a través de esfuerzos para reconstruir su infraestructura, su seguridad y su capacidad de gobernanza. También pedimos a la comunidad de donantes y a las instituciones financieras internacionales, que renueven su compromiso de proveer asistencia humanitaria urgente al pueblo palestino, y que asistan a la reconstrucción económica e institucional». [25] La lista continúa.
Similarmente, cada elección palestina ha sido celebrada por el Consejo de Seguridad mientras que la gran mayoría de las elecciones alrededor el mundo, aún en democracias nuevas o conflictivas, no son mencionadas. En 2006, una declaración presidencial felicitaba al «pueblo palestino por un proceso electoral que fue libre, justo y seguro. Felicitaba a todas las partes por la preparación y ejecución de los comicios, particularmente a la Comisión Central de Elecciones y las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina, por su profesionalismo». [26] En 2005, otra declaración presidencial recibía con agrado «la elección llevada a cabo el 9 de enero de 2005. Celebra el carácter creíble y justo del voto y felicita al pueblo palestino por demostrar su compromiso con la democracia participando en una elección bajo circunstancias desafiantes.» [27] En 1996, otra declaración presidencial recibía con agrado «la exitosa celebración de elecciones palestinas el 20 de enero de 1996, lo que constituye un paso importante en el proceso de paz en Medio Oriente. Los miembros del Consejo felicitan a la Autoridad Palestina y al pueblo palestino por este logro, el cual amerita crédito a todos los involucrados.» [28] ¿Qué otro progreso de un pueblo es seguido tan de cerca y con tantos reconocimientos por parte del Consejo de Seguridad que el de los palestinos? Ninguno. Los palestinos reciben una cantidad desproporcionada de atención por parte del Consejo de Seguridad y es invariablemente positiva. Quizás deberíamos hablar de un sesgo pro-Palestino.
Este sesgo pro-Palestino se vuelve aparente cuando se contrastan los incidentes, a menudo menores, que resultan en condenas del Consejo de Seguridad contra Israel contra los muchos actos de violencia cometidas contra Israel que no reciben ni una palabra por parte del mismo organismo. En los últimos 20 años, solo dos veces el Consejo de Seguridad condenó actos terroristas cometidos contra Israel sin condenar simultáneamente acciones israelíes – ambas veces en la forma de declaraciones presidenciales, una vez en 1995 y otra en 1996 [29]. La violencia israelí, como fue demostrado antes, ha resultado no solo en declaraciones presidencial, sino también en resoluciones del Consejo, aún cuando la violencia en cuestión fue un acto individual que fue condenado por el público israelí y por autoridades israelíes. Este fue el caso de la resolución 904 en 1994, el cual condenada debidamente  el asesinato de feligreses palestinos en Hebrón par parte del israelí Baruch Goldstein [30]. La cuestión, sin embargo, es porqué atrocidades similares perpetradas contra israelíes han pasado y siguen pasando desapercibidas para el Consejo de Seguridad. En 2002, un bombardero suicida palestinos asesinó a treinta israelíes en Hotel Park de Netanya durante la festividad de Pesaj; [31] este es un número mayor que el de palestinos asesinados por Baruch Goldstein, y aún así no fue considerado digno de reacción por parte del Consejo de Seguridad.
A pesar de que más de mil civiles israelíes fueron asesinados durante la Segunda Intifada, el Consejo de Seguridad se mantuvo extrañamente en silencio. El silencio se ha mantenido en los últimos años, mientras que miles de misiles han sido lanzados hacia Israel desde la Franja de Gaza. Israel ha enviado varias cartas a la ONU pidiendo que se condene la violencia no provocada de los palestinos, pero el Consejo de Seguridad y el resto de la ONU se mantienen en silencio. [32] Ron Prosor, el actual embajador de Israel ante la ONU, se ha quejado sobre el fracaso de la ONU al no condenar el lanzamiento de misiles y remarcó que el Consejo de Seguridad ignora prioridades, diciendo que «la obsesión con Israel y el ignorar a países donde los civiles son torturados y asesinados socava la credibilidad y genera dudas sobre la relevancia del Consejo de Seguridad». [33]
De hecho, dado el volumen de las críticas contra Israel producidas por el Consejo de Seguridad, es revelador ver la larga lista de asuntos sobre los que el organismo nunca se ha expresado. Hasta octubre de 2011, el Consejo de Seguridad no había aprobado una resolución que condenada los abusos contra los derechos humanos de Siria gracias al veto de China y Rusia. [34] En diciembre de 2011, aviones de guerra turcos bombardearon objetivos en el norte de Irak, matando a 35 civiles en el proceso: el Consejo de Seguridad no dijo nada, y no ha dicho nada sobre las docenas de violaciones de la soberanía iraquí por parte de Turquía en los últimos años. [35]
Un reporte de la ONU sugirió que el fin de la Guerra Civil en Sri Lanka en 2009 estuvo acompañada de la masacre de decenas de miles de civiles, pero el Consejo de Seguridad no dijo nada [36]. El Consejo de Seguridad se mantuvo en silencio sobre la ocupación china del Tíbet y sobre la represión violenta de los movimientos de derechos humanos allí, en Xinjiang y en Mongolia Interior. Tampoco dijo nada sobre la masacre de la Plaza Tiananmen. No ha emitido comentarios sobre las actividades de Rusia en la región del Cáucaso, incluyendo la represión sangrienta del movimiento independentista de Chechenia ni sobre la guerra de Rusia contra Georgia en 2008. Otras atrocidades como el uso de gases letales por parte de Saddam Hussein contra civiles kurdos en Halabja, la masacre de la prisión Abu Salim en 1996 de Muhammar Qaddafi, o el genocidio en Ruanda no fueron objeto de denuncia por parte del Consejo de Seguridad.El hecho de que Israel sea sujeto de cualquier tipo de crítica por parte del Consejo de Seguridad mientras que eventos como estos son ignorados debería por sí solo disipar cualquier noción de sesgo pro-Israel.
Si el hecho de que el Consejo de Seguridad se enfoca de forma desproporcionado sobre Israel no fuera suficiente, cabe señalar que debido al sistema de elección regional para los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, Israel nunca ha tenido el privilegio de ser miembro. Desde el año 2000, sin embargo, países que han votado sistemáticamente en contra de Israel y que lo señalan para ser condenado dentro de la ONU han sido elector como miembros del Consejo de Seguridad, a pesar de que a menudo tienen historiales de derechos humanos lejos de ser perfectos. Entre estos países se encuentran Túnez, Bangladesh, Malasia, Siria, Pakistán, Argelia, Qatar, Libia, Líbano y Marruecos.
Conclusión
La afirmación de que el Consejo de Seguridad tienen un sesgo pro-Israel no tiene sustento. Un análisis de los registros del Consejo revela claramente que Israel es condenado a menudo, que los palestinos reciben únicamente un trato positivo, que la violencia contra Israel es a menudo ignorada. y que un gran número de violaciones a los derechos humanos de todo el mundo son ignoradas. No hay muchos rastros de sesgo pro-Israel aquí, y la única influencia discernible del infame veto de EE.UU. en el Consejo de Seguridad ha sido la inhabilidad para aprobar el alto número de resoluciones anti-Israel que ya son marca registrada del resto de la ONU. En cualquier caso, el veto de EE.UU. en el Consejo de Seguridad actúa para mitigar la peor parte del sesgo institucional anti-Israel de la ONU, pero definitivamente no logra eliminar este sesgo por completo. El Consejo de Seguridad podrá no ser implacablemente anti-Israel, pero difícilmente pueda ser descrito como amigable hacia Israel.
[1] http://humanrightsdoctorate.blogspot.com/2010/01/shawan-jabarin-and-canadas-rights-and.html
[2] http://richardfalk.wordpress.com/2011/02/19/the-united-states-stands-alone-with-israel-in-the-un-security-council-or-how-honest-is-the-honest-broker/
[3] Mearsheimer, John J., and Walt, Stephen P. The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy. New York: Farrar, Straus and Giroux, 2007, p. 40
[4] Security Council Presidential Statement S/PRST/2010/9
[5] Security Council Presidential Statement S/PRST/2007/12
[6] Security Council Presidential Statement S/PRST/2007/29
[7] Security Council Presidential Statement S/PRST/2006/52
[8] Security Council Presidential Statement S/PRST/2006/34
[9] Security Council Presidential Statement S/PRST/2006/35
[10] Security Council Presidential Statement S/PRST/2002/20
[11] Security Council Presidential Statement S/PRST/2002/9
[12] Security Council Resolution S/RES/1435 (2002)
[13] Security Council Resolution S/RES/1322 (2000)
[14] Security Council Resolution S/RES/487 (1981)
[15] Security Council Resolution S/RES/501 (1982)
[16] Security Council Resolution S/RES/570 (1985)
[17] Security Council Resolution S/RES/611 (1988)
[18] Security Council Resolution S/RES/592 (1986)
[19] Security Council Resolution S/RES/605 (1987)
[20] Security Council Resolution S/RES/672 (1990)
[21] Security Council Presidential Statement S/PRST/2009/14
[22] Security Council Presidential Statement S/PRST/2009/14
[23] Security Council Presidential Statement S/PRST/2006/53
[24] Security Council Presidential Statement S/PRST/2005/2
[25] Security Council Presidential Statement S/PRST/2002/9
[26] Security Council Presidential Statement S/PRST/2006/6
[27] Security Council Presidential Statement S/PRST/2005/2
[28] Security Council Presidential Statement S/PRST/1996/3
[29] Security Council Presidential Statement S/PRST/1995/3* and S/PRST/1996/10
[30] Security Council Resolution S/RES/904 (1994)
[31] http://news.bbc.co.uk/2/hi/middle_east/1897522.stm
[32] http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4196331,00.htmlhttp://www.mfa.gov.il/MFA/Foreign%20Relations/Israel%20and%20the%20UN/Issues/Letter_complaint_rocket_fire_Gaza_3-Jan-2012.htm
[33] http://www.haaretz.com/news/diplomacy-defense/israel-to-un-tomorrow-will-be-too-late-for-action-against-iran-1.409018
[34] http://www.un.org/News/Press/docs//2011/sc10403.doc.htm
[35] http://www.bbc.co.uk/news/world-europe-17002408http://www.guardian.co.uk/world/2011/dec/29/turkey-kurds-air-strike-pkk
[36] http://www.guardian.co.uk/world/2011/apr/26/un-sri-lanka-possible-war-crimes

UN Watch