Gracias Sr. Presidente
Mi nombre es Rosaura de Goicoechea y soy la esposa del preso político Yon Goicoechea, y quisiera pedirle al relator especial de la verdad y la justicia que visite Venezuela, porque necesitamos urgentemente, verdad y justicia.
Me dirijo a ustedes en nombre de United Nations Watch.
Mi esposo ha estado encarcelado por un año, pese a tener una orden judicial de libertad desde hace 11 meses. La investigación fiscal determinó que no cometió ningún delito.
Yon ha sido activista por la democracia por los últimos 12 años. En agosto de 2016 fue interceptado por al menos 15 funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia.
Le amarraron los brazos, le cubrieron la cara y permaneció desaparecido por 56 horas. Fue encerrado en una celda sin luz ni ventilación natural. Si estiraba sus brazos podía tocar ambas paredes opuestas. En el suelo había comida infestada de gusanos. Según Yon, fue como si lo hubieran enterrado vivo.
El informe del alto comisionado establece que hay cientos de presos políticos cuyas historias son similares a las de Yon. Pero la dimensión económica de la crisis es aun peor. Uno de cada dos niños sufren algún grado de desnutrición, la mortalidad infantil ha retrocedido a niveles de 1950 y en nuestros hospitales mueren decenas de personas al día por enfermedades de sencilla curación, dada la falta de medicamentos esenciales.
Con mi esposo arbitrariamente privado de libertad, Sr. Presidente ¿Por qué permiten que Venezuela sea miembro de este Consejo?
¿Por qué le han permitido al canciller Arreaza intervenir ante este Consejo de Derechos Humanos, cuando en nuestro país el gobierno de Maduro mete a la cárcel a aquellos que defienden los mismos derechos?
¿Qué está haciendo este Consejo para los oprimidos y los que están muriendo de hambre en mi país?
Gracias, Sr. Presidente.
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